Mundos invisibles... voces y resonancias

La alquimia concibió la naturaleza como el escenario del sueño de un Ser Superior y a la imaginación como la potencia espiritual que conduce al hombre a la posibilidad de intuir la esencia divina que subyace en su interior.

En mi búsqueda, a través del arte, abordo las imágenes como portales que me invitan a ingresar a regiones inciertas e imprevisibles.

A través de la obra, en el proceso de su creación , los medios pictóricos, me permiten manifestar múltiples formas, texturas diferentes, que reflejan lo básico -la natura-, el agua, la tierra, el paisaje, el hombre, la fuerza vital que subyace en todas las cosas…

En esta operación, el color es un elemento esencial, que comunica el carácter, manifiesta la tensión necesaria en una obra constructiva, o la gestualidad e intención en las obras mas abstractas; describe la luz en su estado mas puro y la pasión luminosa en su máxima saturación.

Expresa la armonía sutil, en las obras atmosféricas o el monocromo austero  en algunas de ellas y el mayor potencial expresivo en los dibujos de línea modulada.

En esta serie, surge  en forma automática, la figura humana, como símbolo; en paisajes oníricos, ancestrales, desafiando el estatismo natural de un cuadro, invadiendo el espacio, saliendo de si, creando con el papel una segunda piel en la tela, que hace aflorar lo sepultado, lo oculto, visibilizando un universo, atemporal, surrealista.

Todas estas herramientas nos conducen en cada una de las obras, al mundo secreto de la interioridad humana, esa micro realidad que es la clave del conocimiento de la inmensidad exterior; el misterio de la Totalidad que nos envuelve.